Desde nuestra experiencia extensionista hemos podido observar el incremento en la generación de huertas y producción aviar en entornos de la economía social, potenciado por la baja en el poder adquisitivo y el aumento en la desocupación que hoy alcanza alrededor del 9% en Argentina. Hemos podido tener la primera experiencia de granja comunitaria y producción aviar en el Barrio María Claudia Falcone durante 2018 y queremos amplificar esta en otros barrios e instituciones de la ciudad. Integrar y aprovechar en su aplicación los saberes ancestrales que tienen los habitantes provenientes de otros lugares del país y de latinoamérica con los que traemos de la formación académica para la producción de pollos y de la huerta comunitaria. Por otro lado, dado que estas producciones se caracterizan por estar fuertemente incluidas en la vida de los colectivos, permitiendo integrar muchos actores (escuelas, jardines, ONG's, etc) nos proponemos integrar la actividad productiva a los trayectos de formación desde el jardín y el secundario (incluyendo fines), a través de aprendizajes prácticos sobre biología, química, autocuidado, y otros.