Hace noventa años, los hombres libres de Sudamérica se conmovieron al llamado de la juventud universitaria cordobesa. Era un enorme reclamo por la libertad, la racionalidad, la ciencia, la generosidad.
Los jóvenes reformistas fueron construyendo, sobre el gesto rebelde del inicio, toda una arquitectura conceptual que entroncó, muy rápido, lo pedagógico con lo político, lo reglamentario con lo social. Desde entonces, y salvo eclipses momentáneos, la claridad de la reforma ilumina la conciencia intelectual americana.