Durante el eclipse del 12 de noviembre de 1966 se midió en forma fotoeléctrica la intensidad de la luz proveniente del Sol desde unos 15 segundos antes de la totalidad y hasta 15 segundos después de la misma; al propio tiempo y sobre el mismo registro se inscribieron las señales de tiempo provenientes de un reloj a cristal de cuarzo que había sido comparado previamente con señales radio-horarias de la estación LOL, la que transmitió señales de TUC durante todo el tiempo del eclipse.