Durante la última década, el mundo se ha visto conmocionado por las violaciones a los derechos humanos derivados de las brutales guerras civiles que asolaron a varios países del continente africano. Dichos conflictos han sido financiados con el tráfico ilícito de recursos naturales, particularmente por los denominados diamantes conflictivos definidos por Naciones Unidas como aquellas piedras, originadas en áreas controladas por grupos rebeldes opuestos a los gobiernos legítimos e internacionalmente aceptados, que son utilizadas para financiar la acción militar insurgente contra dichos gobierno o en contravención a las resoluciones del Consejo de Seguridad. El presente trabajo desarrollará las cuestiones inherentes a la autofinanciación de los grupos rebeldes que, mediante el tráfico ilícito de diamantes, llevaron a cabo los conflictos en Angola, Liberia, Sierra Leona y la República Democrática del Congo (RDC). Para explicar los fundamentos y consecuencias de un conflicto que asolaron a dichos países, se partirá de la hipótesis que ratifica la existencia de un círculo vicioso entre la continuidad de la violencia, el comercio ilegal de diamantes y la violación de los derechos humanos.