Como resultado de su acelerado crecimiento, en la actualidad las ciudades concentran el consumo de energía y recursos naturales, siendo la principal fuente de generación de contaminantes, al punto que los sistemas tanto artificiales como naturales se ven sobrepasados. Las actividades antrópicas no sólo agravan el ritmo del cambio climático, sino que con densidades cada vez mayores, incrementan los riesgos relacionados a este fenómeno. El Área Metropolitana de Mendoza no escapa a esta situación, su rápido crecimiento sin responder a ninguna política lógica, presenta importantes deficiencias referidas al uso eficiente de los recursos agua y suelo, de las redes de infraestructura instalada, sumado esto al requerimiento constante e intensivo de energía. El trabajo evalúa los impactos asociados a las nuevas configuraciones urbanas presentes en el Área Metropolitana de Mendoza. El impacto sobre el medio ambiente fue cuantificado mediante la emisión de gases de efecto invernadero asociados a la producción de los materiales utilizados, el porcentaje de sellado del suelo, la optimización del aprovechamiento del agua y la pérdida del suelo fértil. Los indicadores utilizados para cuantificar la eficiencia energética de las construcciones fueron el factor de forma, el factor de área de envolvente en relación al piso y la potencialidad de captación solar.