A través de nuestra experiencia enseñando Física hemos podido comprobar que nos acercamos de mejor forma al estudiante cuando rompemos con las prácticas pedagógicas rutinarias, rodeadas de un ambiente un tanto rígido y esquemático que a los alumnos les cuesta transitar. Hoy que los tiempos han cambiado considerablemente, cuando el proceso de enseñanza aprendizaje está atravesando su propia revolución educativa, los docentes debemos tener la capacidad de seducir a nuestros estudiantes por el encanto de la disciplina que orientamos. Y ese poder de seducción lo encontramos precisamente bajo la convicción de que podemos enseñar ciencia de una manera diferente, llevando a los estudiantes a construir mejores desempeños de comprensión obteniendo resultados más acordes a la realidad, intereses y a sus propias necesidades.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)