En 1960, investigadores de la Sorbona encabezados por Luis Lapique y Raoul Husson, dieron origen a la llamada Escuela de Fisiología Vocal, cuyo objetivo fue brindar una explicación acústico-fisiológica de Las Técnicas Vocales y trasladar a la pedagogía vocal observaciones científicas. Uno de sus principales estudios fue la Alta Impedancia Proyectada. Estudiaron la técnica solo en artistas consagrados, no la metodología para la adquisición de la misma, difusa entre innumerables tratados de canto.
Adherimos a esta tradicional escuela, considerando además al canto como construcción paulatina, donde no hay previamente colocación, ni colores o posturas (corporales, laríngeas, bucales o proyección en resonadores); sino concientización corporal y desarrollo de la musculatura abdominal y laríngea.
En este trabajo intentaremos documentar el proceso de incorporación de la AIP , donde la voz aprende a cargar cada vez más presión aérea, desarrollando intensidad, volumen y sonoridad, a la vez que abre nuevas frecuencias. Esta técnica se adquiere con vocalizaciones que además de proteger la voz, creemos, revierte patologías funcionales.
Registraremos y analizaremos las conductas de voces en proceso de trabajo (sean o no voces patológicas) observando como la técnica construye, además de un instrumento , línea de canto: nuestro fin último para la interpretación en géneros populares y líricos.