El azufre es un elemento esencial para la nutrición de las plantas y afecta tanto el rendimiento en grano, como su calidad. La cantidad de azufre orgánico en el grano de trigo representa un 80-95% del azufre total del cultivo en madurez (Byers et al, 1987). Este nutriente no ha sido considerado de importancia en el trigo, posiblemente porque los fertilizantes comunmente usados en este cultivo (superfosfatos simple y sulfato de amonio) proveen un suministro adecuado para el normal crecimiento del mismo. Estudios realizados en Australia y Gran Bretaña, indican que la sustitución de estos fertilizantes por altas dosis de fertilizantes nitrogenados puros (urea y amoníaco anhidro), ha puesto en evidencia deficiencias de este nutriente en cultivos de trigo (Archer, 1974; Byers & Bolton, 1979; Spencer & Freney, 1980; Randall et al, 1981; Timms et al, 1981). En nuestro país se ha registrado un incremento en el uso de fertilizantes nitrogenados, principalmente urea, aplicados en altas dosis. De acuerdo con lo expuesto precedentemente podría esperarse entonces, que en suelos con bajo contenido de azufre se observe una respuesta a la aplicación de este elemento.