La vida religiosa en toda su evolución se ha unido a dogmas que han producido, más adelante, un conflicto entre ella y la ciencia. Esto dice Hoffding, y agrega, que «la moral es preciso que se edifique sobre el menor número de postulados i no debe pretender ocupar un sitio aparte en el conjunto de la ciencia, ni aspirar a quebrantar los principios, los resultados y las hipotesis establecidas en las demás ramas del saber».