Irene Vallejo (Zaragoza, 1979), Doctora en Filología Clásica por las Universidades de Zaragoza y Florencia, ganadora de varios premios (entre ellos, del Premio Nacional de Ensayo de España 2020) por esta deliciosa obra, nos propone aquí un viaje fascinante, desde aquellos lejanos tiempos de las tablillas mesopotámicas hasta los actuales e-books. Es un viaje de descubrimiento, iniciático, en el que de su mano sensible nos sumergimos en la milenaria historia del libro para descubrir la persistencia de las palabras y las ideas de la Humanidad a través de la invención de la escritura y los libros, forma privilegiada de conjurar “la soberanía absoluta de la destrucción” (p. 401). No se trata, sin embargo, de una historia tradicional del libro, en la que esperaríamos encontrar un relato cronológico de los diferentes soportes del libro y las formas variadas de su almacenamiento y su circulación, sino de una invitación a un verdadero viaje en el que nos adentramos en la lucha por la preservación de los libros a través de todo tipo de procedimientos e incluso artilugios, en las oscuras fuerzas (humanas o naturales, como el paso del tiempo) que han provocado y provocan su aniquilación, en los sucesos históricos y en las disputas políticas y religiosas que han contribuido a ella (guerras, incendios, desidia), en las prodigiosas habilidades de los narradores orales, en los sentimientos íntimos de los escritores, en los deseos eróticos prohibidos reflejados en fragmentarias voces femeninas, en escenas autobiográficas en las que el amor por los libros ocupa un lugar central, en los ecos antiguos presentes en las obras modernas, en la tenacidad de los libreros y en el esfuerzo colectivo de copistas, amanuenses, escribas, iluminadores, traductores, impresores y muchos más héroes anónimos para desafiar de manera sostenida (más de treinta siglos) la inevitable caducidad de un objeto tan poderoso –y, por eso, tan temido por el poder de turno en diferentes épocas– pero a la vez tan frágil.