La obtención de profesionales para llenar los puestos de profesores en las escuelas de agricultura constituye un grave problema, cuya solución es cada día más urgente. Nadie quiere ocupar dichos puestos á causa de los pocos alicientes ofrecidos á los diplomados del país, reclutandose dicho personal entre los recién egresados de las aulas que no tienen experiencia ni práctica profesional y que solo aceptan dichos puestos con carácter enteramente transitorio á la espera de mejores horizontes, porque en realidad los que se divisan en dichas escuelas son tan poco halagüeños, que no es concebible que nadie piense en estacionarse en esas instituciones en busca de un porvenir ó posición desahogada.