En casi todos los partidos de la provincia de Buenos Aires y en algunas localidades de otras provincias, existen fábricas de embutidos que remiten sus productos a la Capital Federal, y de éstas, sólo un número muy limitado se han acogido de buena fe a la reglamentación que rige, a las que se les obliga a poner en condiciones higiénicas y a abonar una suma mensual de acuerdo con la importancia de la fábrica, por concepto de inspección sanitaria. Un número muy crecido de estas mismas fábricas, que remiten igual- menee productos de cerdo a la capital, se rehúsan a ponerse en igual dad de condiciones, pretextando no estar comprendidas en esa parte de la ley.