El estudio del tratamiento quirúrgico del huélfago ha sido activamente emprendido estos últimos años, y así vemos a célebres autores como Moeller, Siedamgrotzky, Lanzillotti, Labat, Ploz, Venerholm, recurrir a la aritenoidectomía, delicada operación en la que se han introducido diversas mejoras de orden clásico en su técnica. A pesar de los resultados más o menos problemáticos, sentó observaciones interesantes desde el punto de vista de la patología de la laringe, ya que muestran que traumas penetrantes y graves de ese órgano se reparan, en general, en un tiempo relativamente corto, sin complicaciones infecciosas, sin accidentes bronco-pulmonares, y que la llaga intralaringea consecutiva a la ablación de un aritenoides puede cicatrizar sin determinar la estenosis de la laringe. Es evidente que esas observaciones debían variar y alentar nuevas tentativas. (Párrafo extraído del texto a modo de resumen)