La falsificación y altercation de productos alimenticos, ocupa, en nuestros días, la atención de las autoridades encargadas de velar por el bien de la salud pública, concentrando las actividades de técnicos expertos empeñados en la tarea, difícil por cierto, de investigar las manipulaciones dolosas a que, comerciantes sin escrúpulos, someten las substancias alimenticias.
Los conservas de tomates, por su naturaleza, por el consumo que se hace de ellas; y tal vez, por la poca atención que han merecido siempre; presentan un campo adecuado para las falsificaciones y alteraciones que trataremos de analizar en este ensayo.