Un Proyecto Nacional es la definición y explicitación de los objetivos fundamentales de un país, teniendo en cuenta, primordialmente, la satisfacción de las necesidades materiales, sociales y culturales de sus habitantes; la promoción de un desarrollo sustentable (económico, social y ecológico); la constitución de instituciones representativas y participad vas que aseguren la legítima expresión del mandato y protagonismo popular; la búsqueda de la justicia social a través de una justa distribución de la riqueza, persiguiendo el bien común y la grandeza y el desarrollo de la Nación.
Todo pueblo tiene ciertos rasgos y valores acumulados desde el fundamento de su nacionalidad (historia, cultura, principios y valores compartidos; intereses comunes, tradiciones, elementos religiosos, espirituales y culturales; luchas políticas y sociales). Este conjunto de elementos expresa en su síntesis la "identidad nacional" de un país.
Sin embargo, las bases de un Proyecto Nacional -y aun la propia identidad de un país- no excluyen el pluralismo de ideas y perspectivas ni supera las contradicciones de clases ni el conflicto social. Pero aspira a convertirse en un instrumento de convergencia (incluso sobre intereses contrapuestos) con el más amplio y mayoritario consenso de la población. Esto último es fundamental, ya que en la Argentina han existido proyectos que se han pensado y ejecutado marginando a las mayorías o directamente en contra de ellas.
Un Proyecto Nacional presupone, entonces, una clara definición previa de objetivos, que en nuestro caso surgen de una visión humanista, basada en la justicia social y el desarrollo integral de la Nación. Requiere también de una profunda ética moral y cultural, que aplique los valores y principios en que se sustenta, generando códigos de conducta y fortaleciendo la solidaridad social.