Como estudiantes universitarios, la pandemia nos puso frente a una situación nunca antes vista dentro de nuestra evaluación. Y es que un día nos encontramos con exámenes parciales que no dependían tanto de cuanto sabias sino qué tan rápido podías teclear (antes de que se te termine el tiempo estipulado) o en los mejores casos de tener que estudiar a conciencia para la aplicación de los conocimientos frente a un caso práctico.
De alguna u otra manera, el lazo entre estudiante y profesor se fue rompiendo, llegando en algunos casos a resultar hostil; ya sea por la reticencia de los estudiantes frente a estos nuevos métodos de evaluación como la desconfianza generada en el cuerpo docente frente a que los estudiantes estarían consultando sus apuntes a la hora de rendir.
En este trabajo pretendemos poner a prueba estas hipótesis mediante encuestas a estudiantes y entrevistas a profesores, para evidenciar cómo la pandemia afectó este vínculo y que se puede esperar a futuro.