En el presente trabajo intentaremos rescatar la importancia de las intervenciones orientadoras, en los procesos de orientación vocacional, como experiencias subjetivantes y preventivas, con grupos adolescentes en situación de vulnerabilidad.
Para realizar nuestros abordajes profesionales, nos identificamos con la modalidad clínica y desde allí brindamos acompañamiento y contención a aquellos adolescentes, preocupados en su presente y más aún en su porvenir. En este proceso las técnicas constituyen objetos transicionales, que nos permiten acercarnos y conocer a nuestros orientados, siendo la principal herramienta la escucha clínica.