Uno de los subproductos de la industria lechera es el suero, blanco o leche descremada. En nuestro medio este suero se utiliza casi exclusivamente en la elaboración de caseína para uso industrial. Esta forma de aprovechamiento, si bien rentable, sustrae del consumo humano un gran volumen de proteínas. Luego, y en orden decreciente, se usa para la elaboración de leches en polvo magras, sea para consumo humano o para alimento animal, y finalmente en la producción de quesos magros.