Desde sus comienzos en los albores del siglo XX el arte concreto se plantea una visión universalista de la percepción, ya sea desde una perspectiva social y política (el movimiento concreto) como desde una dimensión humanista (el universalismo constructivo).
Esta característica cosmopolita va a tener un desarrollo importante en la plástica de la ciudad de La Plata, catalizado por circunstancias políticas y sociales específicas.