Mucho antes de ser usados los dibujos como tests de inteligencia o técnicas proyectivas han sido un modo de expresión natural y primario del niño. Apenas se descubre o se le facilita la conducta gráfica, el niño encuentra un enorme placer en garabatear, siguiendo a esta etapa otras que ustedes habrán visto en Evolutiva y que no entraremos a detallar, ya que están en parte, además, cubiertas por la bibliografía. Diferentes autores desde distintas teorías han hecho aportes a la comprensión del dibujo infantil en cuanto a su motivación, significado y características. Todos, sin embargo, están de acuerdo en que para el niño es un modo de expresión tan importante como lo es la palabra para el adulto y que en el dibujo cenestésico, el goce de registrar el movimiento dará lugar gradualmente a la mayor satisfacción de crear una forma representativa. En el niño, juego y dibujo, están muy unidos; dibujar es una actividad lúdica y cuando nosotros le ofrecemos material para una hora de juego incluimos elementos para dibujar.