En los últimos años se generó una discusión en distintos ámbitos sobre el desdoblamiento de algunas palabras en sus formas masculina y femenina, contravencional a las normas y poco económico según quienes lo censuran. Decir o escribir todos y todas, ciudadanas y ciudadanos, niñas y niños, profesoras y profesores, incluyendo las variaciones en -@, -x o -e,significa, desde esta perspectiva, “forzar las estructuras lingüísticas” (RAE, 2016).